"Para amar a los hombres es preciso abandonarlos de cuando en cuando. Lejos de ellos, nos acercamos a ellos"

Distancia

DE AHI EL DICHO NADIE SABE LO QUE TIENEN HASTA QUE LO VE PERDIDO, UNA CUALIDAD DEL SER HUMANO, DE DESPRECIAR TODO CUANTO TENEMOS CUANDO LO TENEMOS, PERO CUANDO LO PERDEMOS, ES MUCHO MAS AÑORADO QUE NUNCA, SIMPLEMENTE HUMANO.

Bolívar perigault sánchez comenta

Todo lo contrario. Gracias a Dios que Jesús no nos abandona en ningún momento, incluso, cuando pensamos que es así, es cuando más cerca está de nosotros. Saludos y bendiciones para tod@s desde mi querida Panamá..

Solo hombres?. . . o mujeres tambiÉn?

Pienso que se refiere a hombres sin diferenciación de género. Sin embargo y al igual que mi dilecto amigo Bolívar <>, estoy convencido que en ningún momento se debe abandonar a alguien para esperar como retribución que se dé cuenta de cuánto le amamos. Eso no es una prueba de fidelidad, lo considero una forma de tentar los bajos sentimientos de un ser. En Don Quijote de la Mancha se puede leer algo muy afín. A la mujer no se le puede poner a prueba porque es como un fino cristal al cual hay que contemplar sin pretender poner a prueba cuanta es su resistencia y templanza. Conste que hablo en sentido general, hombres y mujeres sin argumentos para prejuiciar o discriminar.

Es relativo!!!!!!!!!

SIEMPRE ES BUENO DEJAR RESPIRAR EN FORMA "INDEPENDIENTE" AL "SER HUMANO"(ESPACIO), PERO SIN OLVIDAR QUE SOMOS PARTE DE UNA "SOCIEDAD INTEGRACIONISTA", CON EL DEBER DE CONSTRUIR Y CRECER EN "AMISTAD" , "UNION" Y "FRATERNIDAD"...ES DECIR "QUE LA UNION HACE LA FUERZA"...¡APRENDAMOS A COMPARTIR CON NUESTROS SEMEJANTES!!!!!!!!!!!!

Interesante observación si no es una exageración.

A veces pasa que el dar muy por sentado algo lleva al descuido del mismo en lo que a atención indivisa y siempre significativa se refiera. No es que haya que arriesgar a voluntad algo o a alguién para revalorizarlo, sin embargo a veces es bueno tomarse una distancia responsable y hasta solo geográfica para experimentar tales sentimientos de premura por conservar y enriquecer cualquier relación humana ya contemplativamente existente. Seguramente ya la mayoría de nosotros lo ha experimentado en parte, sin planearlo por lo menos y concordará al respecto. Sería como el que se afana por juntar leña en verano para nunca más pasar por un particular largo y crudo invierno que lo enfermó. El temor íntimo que se pueda exprimentar estando lejos de los seres que amamos, nos haría comprometernos y amarlos más. Por supuesto, no es la única fórmula para ello.