Bolpersa
Bolívar perigault sánchez comenta
La Biblia es clara cuando dice que "Engañoso y perverso es el corazón del hombre, ¿Quién lo conocerá?" Es por ello que nuestro ayudador: el Espíritu Santo, nos regala entre sus dones el discernimiento de espíritu, la palabra de ciencia y la palabra de sabiduría. Sin su ayuda, nos es casi imposible conocernos a nosotros mismos, mucho menos a los demás. El juzgar las apariencias es harto peligroso ya que desconocemos las intenciones del corazón. Es por ello que Dios es el que juzga y sopesa tales intenciones. Ël conoce y escudriña cada acción y cada palabra que sale de nuestra boca conforme a las verdaderas intenciones de nuestro corazón. Porque seremos juzgados por cada palabra y cada acción. Es dogma de Fé. Saludos y bendiciones para tod@s, sin excepción, desde mi querida Panamá.